Nuestras vidas una continua construcciónAsí como construimos y reconstruimos nuestra casa física(el seminario), así mismo, debemos de hacerlo con nuestra casa espíritual, para que, Jesús esté hací más comodo en nuestro interior; esto solo es posible con nuestra entrega diaria a la Eucaristía, la cual posibilita que yo me configure con Jesús cada día como lo expresa San Pablo: "ya no soy yo quien vive, sino es Cristo quien vive en mí " con éstas palabras podemos profundisar lo que dijo el Papa Venedicto XVI: "no deben tener miedo de seguir a Cristo, El no quita nada, lo da todo" por eso la invitación de renovar el primer amor(el amor fundante), que por parte de tantos Santos, hoy la traigo a colación para que no perdamos el horizonte, el camino de seguimiento y la busqueda de Dios, lo que debe ser nuestra meta.
POR ULTIMO ASI DEBEMOS DEJAR NUESTRA CASA COMO NOS MUESTRA QUE SE DEJO EL SEMINARIO; TERMINADO. ASÍ DEBE QUEDAR NUESTRO TEMPLO PARA DIOS.
